Esta frase nos recuerda que las matemáticas son un desafío, pero también un juego. Cada problema es como una pieza de un rompecabezas y al resolverlo, nos acercamos a entender el gran cuadro de las matemáticas. Esto hace que el aprendizaje de las matemáticas sea un proceso divertido y enriquecedor.
Este mensaje es especialmente importante para los niños, ya que les ayudará a ver las matemáticas como un desafío emocionante en lugar de una tarea aburrida.